En diciembre llega una de las celebraciones cristianas más importantes del año: la Navidad. La precede las cuatro semanas de Adviento con la corona de los cuatro cirios y las cuatros bonitas oraciones que nos preparan para la llegada del Mesías.
La Navidad sin turrones ni Belén no es Navidad, y por ello, como viene siendo costumbre cada año, adornamos la entrada de nuestra casa con el Belén, signo que anuncia el comienzo de las celebraciones navideñas. Como todas las familias cristianas celebramos la Navidad en la residencia con diferentes actos, comidas y cenas especiales, la misa de Navidad, que celebramos en la capilla, en la que participamos tanto los residentes, el personal laboral así como familiares y voluntarios.
Además de las visitas de amistades y familiares, también recibimos al Sr. Alcalde y a los representantes del ayuntamiento quienes nos felicitaron y nos trajeron obsequios.
Por otra parte, Matilde Navarro (catequista) acompañada por dos chicas del grupo de confirmación, nos deleitaron con su guitarra y repertorio de villancicos.
Hemos vivido una Navidad “auténtica”, con celebraciones festivas y también con momentos de recogimiento que nos acercan a las personas que sufren y tienen más necesidad.