Este domingo día 17, nos dejó Sor Mariluz.
Ella cada día, cada momento, estuvo siempre a nuestro lado en la Residencia La Milagrosa acompañándonos a todas las personas que aquí convivimos, residentes, personal laboral, familias… ofreciéndonos su cariño, su alegría, sus palabras de ánimo y aliento, acompañando nuestras salidas y paseos, preparando los cantos de las celebraciones… ayudándonos en todo aquello que hayamos podido necesitar.
Nunca podremos agradecer suficientemente su labor y dedicación en la Residencia y al resto de la comunidad, siempre ayudando a los más pobres como buena Hija de la Caridad.
Nuestros corazones quedan llenos se su amor.
Descanse en Paz.